Thursday, April 19, 2012

Proyectos bolivianos son reconocidos en Argentina

 
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Ref. Fotografia: El cineasta boliviano Diego Mondaca. EL DÍA.

El largometraje en desarrollo "Agua" de Diego Mondaca y "Viejo Calavera", de Mauricio Quiroga (Kiro Ruso) dos jóvenes cineastas bolivianos quedaron entre los ganadores de esta novena edición del Buenos Aires Lab (dentro del Bafici). Mondaca, que ya es conocido por su trabajo tesis con la multipremiada "La Chirola" ganó el premio "Cinecolor/Kodak", que es una película e impresión para un largometraje de 90 minutos.
Por su parte, Quiroga y sus trabajos en cortos ("Enterprise" y "Juku") que se han destacado en importantes festivales ganó el premio "Lahaye" que es equipamiento y corrección de color. La participación en esta clase de festivales, aparte de darles una motivación y opciones de financiamiento, es un aprendizaje donde los directores esperan tener roce y nutrirse de todo lo que ven.

El cuento viejo se repite en Bolivia. Mondaca y Quiroga se han ido encontrando en diferentes festivales a los que han asistido desde hace ya algunos años atrás. Estos directores se han visto obligados a moverse por su cuenta para lograr buscar financiamiento y lo han logrado con gran éxito debido a la calidad de su trabajo, pues hay una mirada bastante particular sobre hechos y personajes interesantes.
"En Bolivia la política de apoyo a la cultura es muy superficial, es un problema estructural", señala Diego Mondaca. “No es el discurso de que en Bolivia no se puede, en Bolivia se puede pero nuestros problemas son mucho más profundos, no es un problema de voluntad del cineasta, son problemas de estructura de instituciones que colaboren de alguna manera, básicamente tenemos que seguir mendigando dentro de nuestro país”.
"Hay una suerte de pensamiento amateur en el cine boliviano, la gente no se entera a qué tipo de festivales vamos, hay un desconocimiento muy grueso, aparte de esto viene la poca voluntad de apoyar iniciativas que puedan fomentar o canalizar el surgimiento de nuevos directores jóvenes", señala Mondaca.
Para alegría de ambos ya en el circuito internacional se habla de la construcción de un grupo, hay una idea de los proyectos en Bolivia y ya no se habla del proyecto del boliviano.
“En Bolivia necesitamos formación a varios niveles y eso hay que hacerlo, no hay escuelas de calidad, no hay formación, esto es un tema básicamente de educación”.
Diego; además, tocó un tema elemental en el mundo artístico nacional que es el de hacer show para marketinear la obra en cuestión, creando falsos debates mientras que por debajo hay un trabajo arduo de parte de cineastas que se mueven en procesos diferentes y eso es evidente ya que dejan que la obra hable por sí sola de su calidad. “Es ridículo pero aquí se contentan con una parafernalia publicitaria que cualquier director puede armar, decir que soy el mejor del mundo y vender mi charque. Esas son sus cosas, lo que harán no es ni por si acaso el cine boliviano que se busca, y al final arrastra toda una máquina de debates sobre bagatelas”.

Sobre Agua.
Actualmente están concentrándose en la escritura del guion, investigando y recopilando información. Además, están aplicando a más fondos.
Ya es un proyecto bastante visible comenta Diego ya que gente de muchos lados está interesada en el proyecto. Cuando ya se termine ciertas etapas van a empezar a hacer negociaciones. Este el segundo largo de Diego Mondaca y es el primero en ficción, habla sobre la Guerra del Chaco.

Fuente de la informacion : Periodico "El Nuevo Día,Santa Cruz de la sierra"

Sunday, April 01, 2012

Diviértanse, es mi Funeral



La aventura de Joaquín Carvajal, fotógrafo y director de documentales, empezó hace dos años. Pero el ajetreo que conducirá al proyecto hacia la recta final, apenas comienza. El largometraje que se está forjando, lleva por nombre Diviértanse, es mi funeral. Se trata de una co-producción cinematográfica boliviana internacional, que une talentos de Brasil, Uruguay, Escocia, e Inglaterra. La cinta girará en torno a dos alocados cineastas, que convencen a un célebre escritor escocés, para venir a Santa Cruz-Bolivia, a realizar una película sin trama. El guionista, James McDougal, emprende un viaje hacia la capital oriental, para
escribir el guión de la película. Junto con Joaquín, el anárquico director, y Anthony, el actor playboy, recorren la ciudad buscando inspiración para la historia, filmando su travesía. Así conocen a 12 extravagantes personajes urbanos, a los que reclutan como actores. Mientras buscan la trama que no llega, se produce un giro inesperado: McDougal muere repentinamente. Su funeral congrega a los personajes invitados, que convertirán el velorio en una delirante fiesta de varios días, filmada por Joaquín. De esta manera, James McDougal da trama a la película con su muerte. En tono de comedia negra musical, Diviértanse, es mi funeral homenajea la historia real de un guionista escocés fallecido en Santa Cruz. El tema surgió a raíz
de hechos reales, y será contado justamente a partir de cómo lo vivieron sus verdaderos protagonistas. La trama toca temas fundamentales tabúes en la sociedad. Principalmente, cómo recordar y venerar a una persona al momento de su muerte. Las culturas cristianas tienen la tendencia a agonizar dolorosamente.
Pero muchas otras culturas, incluyendo varias indígenas bolivianas, prefieren celebrar con cantos, comida, y bebidas. La producción sacará a relucir costumbres nacionales en torno a un féretro. La comedia negra semi-musical, comenzará a filmarse a medio año, en las ciudades bolivianas de Santa Cruz y La Paz; y en las brasileñas de Río de Janeiro y Corumbá. Guionizada por el escritor uruguayo Emilio Martínez, tendrá una duración aproximada de 90 minutos, bajo la supervisión de las productoras Carvajal Studios y BolAr Producciones.