Por: Andrés Rodríguez R.
Como una “película milagrosa”, así define su vida el joven realizador cruceño, Edgar Ortega, a pocos días del estreno de su ópera prima, Vivir contra el tiempo. El filme tendrá su premier el 4, 5 y 6 de junio en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, respectivamente. A partir del 7 de junio la cinta estará en cartelera en el MegaCenter de La Paz y en el cine Center de Cochabamba y Santa Cruz.
Ortega (23), que trabaja en audiovisuales desde los 14 años, dice haber vivido una “tragedia” en la que sin embargo también hubo “mil milagros”. El director relata que desde los cuatro años, cuando su madre falleció, aprendió a sobrevivir en la calle en diferentes ciudades del país, con el sueño de llegar a la pantalla grande algún día. “De cargador y vendedor ambulante me convertí en cineasta. Es como si ayer hubiera estado vendiendo verdura y gelatina y ahora me encuentro hablando con cineastas de gran calidad como Marcos Loayza”, manifiesta. Es por esta razón que, cuando se refiere a su cinta próxima a estrenarse, se sorprende y dice: “Sólo quería hacer una película, quizá para una sala más pequeña. Ese era mi objetivo”.
Vivir contra el tiempo cuenta la historia de María, una madre de familia a la que le diagnostican cáncer y que además es culpada injustamente por un crimen que no cometió. La protagonista recibe el odio y desprecio de su familia. Ella lucha por salvar su vida, mientras sus hijos viven para morir. Venden droga, son pandilleros y atemorizan a la urbe en complicidad de un narco colombiano. María no sabe de dónde proviene tanta maldad. El tiempo es el peor enemigo en esta historia.
El filme, de acuerdo a Ortega, nace de su filosofía de vida: “El tiempo perdido no se recupera. Cada minuto y segundo cuenta. Trato de aprovechar cada instante. Es lo que intento reflejar en la película”. Una de las temáticas que refleja Vivir contra el tiempo es el narcotráfico y la drogadicción. Para abordarla, Ortega recurrió a un actor colombiano, Felipe García, que forma parte de su elenco y, según el director, tuvo una experiencia más cercana con el tema. “Es normal que narcotraficantes colombianos se introduzcan en Santa Cruz y realicen sus negocios en Bolivia, incluso estos intentan corromper a los jóvenes. Es algo que me toco vivir en la calle y con lo que me tentaron en algún momento”, añade Ortega.
Influencias de aquí y allá, Vivir contra el tiempo bebe de diferentes fuentes de inspiración, que son las películas favoritas del realizador. Si bien Ortega considera que no hay punto de comparación, cree que su filme toma detalles de cintas como Ciudad de Dios (2002), En busca de la felicidad (2006), Central do Brasil (1998) y Hotel Rwanda (2004). Así también, intenta plasmar la narrativa cinematográfica del director mexicano Alejandro González Iñárritu, inspirado en Amores Perros o Babel. El realizador cruceño expresa igualmente su admiración por la cinta nacional El Cementerio de los Elefantes (Tonchy Antezana), película que lo “marcó” y considera como “fundamental”. De la misma forma expresa su respeto por el realizador nacional Juan Carlos Valdivia (Zona Sur) y toda su filmografía. “Me gusta el formato que utiliza para trabajar. Para preparar el trailer de mi película me puse a ver una y otra vez los trailers de las cintas del director paceño, porque creo que hay que estudiar a los más grandes, ya que tienen una carrera que los precede”.
Al fondo hay sitio
La promoción de Vivir contra el tiempo utilizó a los medios de comunicación tradicionales, pero también recurrió a una estrategia inusual para llegar a un público más amplio, a través de un convenio con los comerciantes ambulantes de películas en Santa Cruz. “El convenio consistía en que ellos introduzcan el avance de mi película en el nuevo capítulo de la telenovela peruana ‘Al fondo hay sitio’, que se comercializa cada semana”, precisa Ortega.
De acuerdo a datos que maneja el joven director, en Santa Cruz se venden al menos unas 20.000 copias por semana de la producción peruana. Es de esa forma que pudo llegar a más gente para que se puedan enterar de su película. “Ahora donde voy la gente me dice: ‘¿Cuándo sale tu novela?’ o ‘¿Eres tú el actor de esa novela peruana que va a estrenarse?”, cuenta Ortega. El cruceño admite sentirse satisfecho con el resultado final de su ópera prima, aunque todavía le quedan cosas por aprender y mejorar de cara a una futura producción. “No es perfecta (su cinta) y puede que los críticos o gente que sepa más de cine le halle defectos, pero no importa. Lo importante es darla a conocer y difundirla”.
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