Cuando te lleve la muerte
"Desde nuestras miradas, desde nuestras voces"
Cuando te lleve la muerte, un guión que propone un género no habitual en las pantallas nacionales.
El guionista Pablo Ponce Gamarra ganó el concurso a guiones para películas largometrajes organizado por el CONACINE y La Embajada de los Países bajos
La categoría del concurso Desde nuestras miradas, desde nuestras voces destinada a los guiones tuvo el objetivo de incentivar el “arte” o más bien el proceso arquitectónico de construcción de guiones, tanto en el formato de documentales como de largometrajes.
De acuerdo a Patricia Flores, Directora del CONACINE, “hay una necesidad de contar historias y una falta de guionistas”; es así que el guión ganador del concurso resulta en este contexto “ un buen producto que esta bien escrito, bien narrado, que logra causar sorpresa, tanto por el conjunto de la propuesta como por la impecable construcción del guión”.
El guión ganador
Cuando te lleve la muerte es, según su autor, “un guión que nos refiere a la historia mil veces contada de la relación de un hombre, su Dios, la legitima opción de oponérsele y las consecuencias de estas decisiones”.
Lo que la hace diferente es la forma en que pretende ser narrada; llena de momentos mágicos, situaciones costumbristas, descripciones de escenas con decorados próximos a películas de James Ivory y atmósferas del expresionismo alemán.
Para Verónica Córdoba, la conocida productora y guionista de Di buen día a papá una de las destacadas profesionales miembro del jurado del concurso, es “una propuesta fresca, menos conservadora y más osada que muchos otros proyectos de guión cinematográfico nacional”.
Para la guionista el genero al que apunta el guión no ha sido trabajado antes en el país “puede llenar la necesidad del cine Boliviano de filmar “cine mágico”.
Los espacios del guión.
El espacio físico de la historia, el pueblo yungueño de Ahayulawa, puede confundirse con cualquier pueblo de región tropical boliviana y al mismo tiempo no ser ninguna. Una especie de Macondo boliviano, como lo afirma el autor, un lugar simbólico. Según la apreciación de Córdoba, “si bien el espacio físico es típicamente un pueblo yungueño y por esto culturalmente identificable, también presenta los elementos característicos de cualquier pueblo. Una atmósfera común, donde ciertas costumbres y actitudes 'pueblerinas' se recrean y legitiman como propias”.
Pero, como lo enfatiza el autor, no pretende ser una recreación histórica, a pesar de basarse en ciertos hechos de la realidad de los yungas de principios de siglo: epidemias de tuberculosis, presencia gitana en la región, terratenientes venerables, etc.
El espacio rural de trópicos húmedos y llenos de bruma fantástica donde se desarrolla la acción, no es solo uno de los elementos prestados del realismo mágico de García Márquez que se puede encontrar en este guión. Otras imágenes, como la de la santa con su sequito de peregrinos en referencia a la Candida Erendira o las luciérnagas y su mágica relación con los personajes, también parecen descubrir los cauces de la narrativa; pero Ponce, no considera a su guión como una propuesta de película del realismo mágico y lo define, como un guión para cine costumbrista y lo halla más cercano a un cuento de hadas púes si bien los personajes evolucionan aún mantienen sus roles muy definidos. Es formalmente muy parecida a Drácula de Bran Stocker.
Y como cuento de hadas, Ponce propone personajes arquetípicos. Para Córdoba, es la construcción de los personajes donde el guión se destaca. Los personajes están bien construidos y desarrollan la historia en base a su caracterización. “La historia parte de personajes “cliché” pero a medida que la narrativa avanza estos van adquiriendo una dimensionalidad interesante, sobre todo Ambrosio, personaje principal y Perfecta, la antagonista”.
Los puntos flacos.
Si bien el guión ganador del concurso del CONACINE fue premiado por los jurados como “el mejor de los trabajos presentados”, sin duda tiene aún una serie de defectos que deben ser trabajados.
Ponce afirma que hay que tener en cuenta que un guión no es una obra terminada, es la piedra fundamental del largo proceso de construcción colectiva de un producto audiovisual y como obra inacabada su reescritura y corrección es natural.
Para Verónica Córdova, existen aún una serie de detalles sobre los que se debería trabajar, menciona que entre otros problemas, la estructura narrativa, tiene partes flojas que deben ser ajustadas; “El guión necesita trabajo sobre todo al final, donde debe ser apuntalado, así como varios momentos durante el desarrollo”. Ante la existencia de estos problemas Córdoba sugiere que como parte del premio, el ente organizador (CONACINE), financie el trabajo de un profesional que pueda trabajar con el guionista en el arreglo del guión.
Ponce no esta ciego a la necesidad de trabajo en el guión; sin embargo, cree que más allá de las correcciones estructurales, que sin duda existen, el mayor problema del guión está en la “dificultad de lograr un identificación cultural evidente entre la historia y la cotidianidad de su supuesto espacio geográfico”. Ponce no sabe si el público boliviano pueda recibir como propios estos personajes.
Por otro lado Ponce considera que “la película que podría salir de su guión difícilmente podría ser filmada en Bolivia, tanto por el costo del proyecto como por el hecho que no obedece a una idea de producción realista para el mercado boliviano
El Autor
Pablo Ponce Gamarra, el autor de Cuando te lleve la muerte, es un personaje particular: inconformista, perfeccionista, crítico, quizás más snob de lo que querría; tal vez más realista que creador, más ingeniero que artista, comunicador de ocupación, guionista de sangre.
Pablo afirma que si bien su formación en la Universidad Católica es la base de sus habilidades guionísticas, su “hábito” de escribir guiones es el resultado de una búsqueda personal, el fruto de una vocación inherente a su relación íntima con el cine.
Cuando te lleve la muerte es el primer intento de largometraje del autor y entre sus cualidades como guionista Ponce nos menciona la disciplina, la rigurosidad, a veces llevada hasta la obsesión y el hecho de tener punto de vista realista para comenzar a escribir un guión; “se debe partir de una idea de producción precisa que te dirija hacia que público apuntar y que tipo de historia narrar”
Para él uno de los puntos más importante para un aspirante a guionista es conocer muy bien la forma del guión; los elementos dramáticos específicos a la cinematografía, la estructura de una película; y por ultimo conocer de “estudios culturales sobre Bolivia”, para obtener historias atractivas.
La experiencia de Ponce como guionista es aún reducida, pero con resultados muy prometedores. Además de haber ganado el premio de guión en el concurso de CONACINE “Desde nuestras miradas, desde nuestras voces” trabaja con el grupo audiovisual ROTOR en la construcción del guión Un Jolkesito, el mismo que ganó el segundo lugar en el concurso de guión Amalia Gallardo de la municipalidad de La Paz.*
*(PUBLICADO ORIGINALMENTE EN LA PAGINA LITERARIA LLAMADA PALABRAS MÁS EN SU VOLUMEN NUMERO 8)
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